Fragment ACTE I / Fragmento ACTO I
Recién llegadas a la cabaña, antes de conocer a Johnny
Diane.-
Tot anirà malament, ja hem començat
fatal...
Amy.-
…Tinc el cap com un timbal... Així tot el viatge...
Diane.-
(Mirant la cabana i els bitxos
disecats) Això fa un pinta terrible,
Gina. I aquest vent horrorós tota l'estona...
Gina.-
Uf, sabeu el que diuen del vent de les
Rocoses?
Amy
i Diane.- El vent de les Rocoses?
Gina.-
Xinooc, el vent de les Rocoses els
esperits transtorna
Diane.-
Aiiii... Xinooc...
Gina.-
Xinooc, és indi, xeroqui o apatxe...
Un d'aquests...
Amy
i Gina.- Aiiii... Uhhhh... Hahaha...
Jau!
( Castellano )
Diane.-
Todo irá mal, ya hemos empezado fatal...
Amy.-
…Tengo la cabeza como un bombo... Así todo el viaje...
Diane.-
(Mirando la cabaña y los animales disecados de las paredes) Esto tiene una pinta terrible,
Gina. Y este viento horroroso todo el rato...
Gina.-
Uf... ¿Sabéis lo que dicen del viento de las Rocosas?
Amy
i Diane.- ¿El viento de las Rocosas?
Gina.-
Chinooc, el viento de las Rocosas el alma transtorna
Diane.-
Ayyyyyy... Chinooc...
Gina.- Chinooc, es indio... Cheroqui o apache...
Uno destos...
Amy
i Gina.- Ayyyyyy... Uhhhh... Jajaja... ¡Jau!
Letanía
de bendición de los indios Chinook
Invocamos
a la Tierra, nuestro planeta hogar, con sus hermosas profundidades y
vertiginosas alturas, su vitalidad y abundancia de vida, y juntos le
pedimos
Enséñanos,
muéstranos el camino
Invocamos
a las montañas, las cascadas y las olimpias, los altos valles verdes
y los prados cubiertos de flores silvestres, las nieves eternas, las
cumbres de intenso silencio, y les pedimos
Enseñadnos,
mostradnos el camino
Invocamos
a las aguas que bordean la tierra de horizonte a horizonte, que
fluyen en nuestros ríos y arroyos, que se derraman sobre nuestras
huertas y campos, y les pedimos
Enseñadnos,
mostradnos el camino
Invocamos
a la tierra que cría nuestro alimento, el suelo nutricio, los campos
fértiles, los abundantes huertos y sembrados, y les
pedimos
Enseñadnos,
mostradnos el camino
Invocamos
a los bosques, a los grandes árboles que se elevan enhiestos al
cielo, con la tierra en sus raíces y los cielos en sus ramas, el
abeto, el pino y el cedro, y les pedimos
Enseñadnos,
mostradnos el camino
Invocamos
a las criaturas de los llanos, los bosques y los mares, nuestros
hermanos y hermanas, lobos y ciervos, águila y paloma, ballena y
delfín, la hermosa orca y el salmón, que comparten nuestro hogar
del noroeste, y les pedimos
Enseñadnos,
mostradnos el camino
Invocamos
a todos aquellos que han vivido en esta Tierra, nuestros ancestros y
amigos, quienes soñaron lo mejor para las generaciones futuras y
sobre cuyas vidas se construyen las nuestras; con gratitud les
pedimos
Enseñadnos,
mostradnos el camino
Por último, invocamos a lo que
estimamos más sagrado, la presencia y poder del Gran Espíritu de
amor y verdad que fluye por todo el Universo…
Para que permanezca
con nosotros, para que nos enseñe y nos muestre el camino.
Fuente: El
tao de la ecología.
Edward Goldsmith, ed. Icaria (título original: The
Way)
(*) Foto de Gertrudis Losada